Mateo 26:38

Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

Juan 12:27

Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora; mas por esto he venido en esta hora.

Job 6:2-4

¡Oh, si pesaren al justo mi queja y mi tormento, y se alzaren igualmente en balanza!

Salmos 88:1-7

Oh SEÑOR, Dios de mi salud, día y noche clamo delante de ti.

Salmos 88:14-16

¿Por qué, oh SEÑOR, desechas mi alma? ¿Por qué escondes tu rostro de mí?

Salmos 116:3

Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.

Isaías 53:3

Despreciado, y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en flaqueza; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no le estimamos.

Isaías 53:10

Con todo eso, el SEÑOR lo quiso moler, sujetándole a padecimiento. Cuando hubiere puesto su alma por expiación, verá linaje, vivirá por largos días; y la voluntad del SEÑOR será en su mano prosperada.

Mateo 25:13

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.

Mateo 26:40-41

Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?

Romanos 8:32

El que aun a su propio Hijo no escatimó, antes lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

2 Corintios 5:21

Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.

Gálatas 3:13

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en un madero),

1 Pedro 2:24

él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia, por cuya herida habéis sido sanados.

1 Pedro 3:18

Porque también el Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

1 Pedro 4:7

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, templados, y velad en oración.

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