Mateo 26:42
Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo:
Mateo 26:39
Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo:
Salmos 22:1-2
Salmos 69:1-3
Salmos 69:17-18
Y no escondas Tu rostro de Tu siervo, Porque estoy en angustia; respóndeme pronto.
Salmos 88:1-2
Marcos 14:39-40
El se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como {nosotros}, {pero} sin pecado.
Hebreos 5:7-8
Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido