Parallel Verses
Spanish: Reina Valera Gómez
Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres: todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano.
La Biblia de las Américas
Ha desaparecido el bondadoso de la tierra, y no hay ninguno recto entre los hombres. Todos acechan para derramar sangre, unos a otros se echan la red.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan a la sangre; cada cual arma red a su hermano.
Reina Valera 1909
Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres: todos acechan á la sangre; cada cual arma red á su hermano.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Ha desaparecido el bondadoso de la tierra, Y no hay ninguno recto entre los hombres. Todos acechan para derramar sangre, Unos a otros se echan la red.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan a la sangre; cada cual arma red a su hermano.
New American Standard Bible
The godly person has perished from the land, And there is no upright person among men All of them lie in wait for bloodshed; Each of them hunts the other with a net.
Artículos
Referencias Cruzadas
Salmos 12:1
«Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David» Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
Isaías 57:1
Perece el justo, y no hay quien lo ponga en su corazón; y los piadosos son quitados, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.
Jeremías 5:26
Porque fueron hallados en mi pueblo hombres impíos; acechan como quien pone lazos; ponen trampa para cazar hombres.
Isaías 59:7
Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, son pensamientos de iniquidad, destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos.
1 Samuel 24:11
Y mira, padre mío, mira el borde de tu manto en mi mano; porque yo corté el borde de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; con todo, tú andas a caza de mi vida para quitármela.
1 Samuel 26:20
No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante de Jehová, porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.
Salmos 14:1-3
«Al Músico principal: Salmo de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga el bien.
Salmos 57:6
Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido: Hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído. (Selah)
Proverbios 1:11
Si dijeren: Ven con nosotros, pongamos asechanzas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente;
Proverbios 12:6
Las palabras de los impíos son para acechar la sangre; mas la boca de los rectos los librará.
Jeremías 5:16
Su aljaba es como sepulcro abierto, todos ellos son valientes.
Jeremías 16:16
He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán; y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán de todo monte, y de todo collado, y de las cavernas de los peñascos.
Lamentaciones 4:18
Cazaron nuestros pasos para que no anduviésemos por nuestras calles: Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días; porque llegó nuestro fin.
Miqueas 3:10
Que edificáis a Sión con sangre, y a Jerusalén con injusticia;
Habacuc 1:15-17
Sacará a todos con anzuelo, los atrapará con su red, y los juntará en su malla; por lo cual se gozará y hará alegrías.
Romanos 3:10-18
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.
Información sobre el Versículo
Lecturas contextuales
1 ¡Ay de mí! porque he venido a ser como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, que no queda racimo para comer; mi alma desea los primeros frutos. 2 Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres: todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano. 3 Para completar la maldad con ambas manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; el grande, habla el antojo de su alma, y lo confirman.