Números 12:10

Y la nube se apartó del tabernáculo; y he aquí que Miriam quedó leprosa, blanca como la nieve; y miró Aarón a Miriam, y he aquí que estaba leprosa.

Deuteronomio 24:9

Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a Miriam en el camino, después que salisteis de Egipto.

2 Reyes 5:27

Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.

Éxodo 4:6

Y le dijo más Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.

Éxodo 33:7-10

Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó fuera del campamento, lejos del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de la congregación. Y fue, que cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de la congregación, que estaba fuera del campamento.

Levítico 13:2-46

Cuando el hombre tuviere en la piel de su carne hinchazón, o erupción, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su carne como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote, o a uno de sus hijos los sacerdotes:

2 Reyes 15:5

Mas Jehová hirió al rey con lepra, y fue leproso hasta el día de su muerte y habitó en una casa separada; y Jotam hijo del rey tenía el cargo del palacio, gobernando al pueblo de la tierra.

2 Crónicas 26:19-21

Y Uzías, que tenía en su mano un incensario para quemar incienso, se llenó de ira; y en esta su ira contra los sacerdotes, la lepra le salió en la frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso.

Ezequiel 10:4-5

Y la gloria de Jehová se levantó del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.

Ezequiel 10:18-19

Y la gloria de Jehová se salió de sobre el umbral de la casa, y se puso sobre los querubines.

Oseas 9:12

Y si llegaren a grandes sus hijos, los quitaré de entre los hombres, porque ¡ay de ellos también, cuando de ellos me aparte!

Mateo 25:41

Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)