Números 14:9

Por tanto, no seáis rebeldes contra el SEÑOR, ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nuestro pan son; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está el SEÑOR; no los temáis.

Deuteronomio 7:18

No tengas temor de ellos; acuérdate bien de lo que hizo el SEÑOR tu Dios con Faraón y con todo Egipto;

Deuteronomio 9:23-24

Y cuando el SEÑOR os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y heredad la tierra que yo os he dado; también fuisteis rebeldes al dicho del SEÑOR vuestro Dios, y no le creisteis, ni escuchasteis a su voz.

Números 24:8

Dios lo sacó de Egipto; tiene fuerzas como el unicornio; comerá a los gentiles sus enemigos, y desmenuzará sus huesos, y los asaeteará con sus saetas.

Deuteronomio 9:7

Acuérdate, no te olvides que has provocado a ira al SEÑOR tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes al SEÑOR.

Salmos 14:4

Ciertamente conocieron esto todos los que obran iniquidad, que devoran a mi pueblo como si pan comieran; al SEÑOR no invocaron.

Salmos 74:14

Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos.

Génesis 48:21

Y dijo Israel a José: He aquí, yo muero, mas Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres.

Éxodo 33:16

¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en andar tú con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

Deuteronomio 1:21

Mira, el SEÑOR tu Dios ha dado delante de ti la tierra; sube y toma posesión de ella, como el SEÑOR el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.

Deuteronomio 1:26

Pero no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al dicho del SEÑOR vuestro Dios;

Deuteronomio 7:21

No desmayes delante de ellos, que el SEÑOR tu Dios está en medio de ti, Dios grande y terrible.

Deuteronomio 20:1-4

Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, que el SEÑOR tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.

Deuteronomio 31:6

Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; que el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.

Deuteronomio 31:8

Y el SEÑOR es el que va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides.

Deuteronomio 32:42

Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne; en la sangre de los muertos y de los cautivos de los reyes y las cabezas, con venganzas de enemigo.

Josué 1:5

Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como yo fui con Moisés, seré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Jueces 1:22

También los de la casa de José subieron a Bet-el; y el SEÑOR estaba con ellos.

2 Crónicas 13:12

Y he aquí Dios está con nosotros por capitán, y sus sacerdotes con las trompetas para que suenen alarma contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra el SEÑOR Dios de vuestros padres, porque no os sucederá bien.

2 Crónicas 15:2

y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: El SEÑOR estará con vosotros, si vosotros estáis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.

2 Crónicas 20:17

No habrá para qué vosotros peleéis ahora; paraos, estad quedos, y ved la salud del SEÑOR con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que el SEÑOR estará con vosotros.

2 Crónicas 32:8

Con él es el brazo de carne, mas con nosotros el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y se afirmó el pueblo sobre las palabras de Ezequías rey de Judá.

Salmos 46:1-2

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Salmos 46:7

El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)

Salmos 46:11

El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)

Salmos 91:1

El que habita en el escondedero del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.

Salmos 121:5

El SEÑOR será tu guardador; el SEÑOR será tu sombra a tu mano derecha.

Isaías 1:2

Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla el SEÑOR: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

Isaías 8:9-10

Juntaos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; poneos a punto, y seréis quebrantados; ceñíos, y seréis quebrantados.

Isaías 30:2-3

Parten para descender a Egipto, y no han preguntado palabra de mi boca, para fortificarse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto.

Isaías 32:2

Y será aquel Varón como escondedero contra el viento, y como acogida contra el turbión; como riberas de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.

Isaías 41:10

No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Isaías 41:14

No temas, gusano de Jacob, muertos de Israel; yo te socorreré, dice el SEÑOR, y tu Redentor el Santo de Israel.

Isaías 63:10

Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Espíritu Santo, por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.

Jeremías 48:45

A la sombra de Hesbón se pararon los que huían de la fuerza; porque salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sehón, y quemó el rincón de Moab, y la mollera de los hijos revoltosos.

Daniel 9:5

hemos pecado, hemos hecho iniquidad, hemos obrado impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus juicios.

Daniel 9:9

Del SEÑOR nuestro Dios es el tener misericordia, y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado;

Mateo 1:23

He aquí una Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que es, si lo declaras: Dios con nosotros.

Romanos 8:31

¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros?

Filipenses 1:27

Solamente que converséis como es digno del Evangelio del Cristo; para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes obrando juntamente por la fe del Evangelio,

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