Proverbios 23:5

¿Has de poner tus ojos en lo que no es nada? Porque las riquezas se harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo.

Proverbios 27:24

Porque las riquezas no son para siempre; ¿acaso perdurará la corona por todas las generaciones?

1 Timoteo 6:17

A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

Génesis 42:36

Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis: contra mí son todas estas cosas.

Job 1:14-17

y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,

Salmos 39:6

Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riqueza, y no sabe quién la recogerá.

Salmos 119:36-37

Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.

Eclesiastés 1:2

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Eclesiastés 5:13-14

Hay un grave mal que he visto debajo del sol; las riquezas guardadas por sus dueños para su propio mal;

Eclesiastés 12:8

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad.

Isaías 55:2

¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no satisface? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.

Jeremías 22:17

Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar la sangre inocente, y para opresión, y para hacer agravio.

Mateo 6:19

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan.

1 Corintios 7:29-31

Pero esto digo, hermanos, que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen,

Santiago 5:1-2

¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por vuestras miserias que os vendrán.

1 Juan 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)