Parallel Verses
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
La Biblia de las Américas
No te regocijes cuando caiga tu enemigo, y no se alegre tu corazón cuando tropiece;
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
Reina Valera 1909
Cuando cayere tu enemigo, no te huelgues; Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón:
La Nueva Biblia de los Hispanos
No te regocijes cuando caiga tu enemigo, Y no se alegre tu corazón cuando tropiece;
Spanish: Reina Valera Gómez
Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
New American Standard Bible
Do not rejoice when your enemy falls, And do not let your heart be glad when he stumbles;
Artículos
Referencias Cruzadas
Job 31:29
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal;
Proverbios 17:5
El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; y el que se alegra en la calamidad ajena , no quedará sin castigo.
Abdías 1:12
Pues no debiste tú estar mirando en el día de tu hermano, el día en que fue extrañado; no te habías de alegrar de los hijos de Judá en el día que se perdieron, ni habías de ensanchar tu boca en el día de la angustia;
Salmos 35:15
Pero ellos se alegraron en mi cojera, y se juntaron; se juntaron contra mí los verdugos, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban;
Salmos 35:19
No se alegren de mí mis enemigos sin por qué; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
1 Corintios 13:6-7
no se recrea de la injusticia, mas se recrea de la verdad;
Jueces 16:25
Y aconteció que, yéndose alegrando el corazón de ellos, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos haga reir. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de diversión delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.
2 Samuel 16:5-14
Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí, salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Semei, hijo de Gera; y salía maldiciendo,
Salmos 42:10
Es como muerte en mis huesos, cuando mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?