Proverbios 3:11
Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión,
Job 5:17
He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso.
Job 4:5
Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas; te toca a ti, y te desalientas.
Salmos 94:12
Bienaventurado el hombre a quien corriges, SEÑOR, y lo instruyes en tu ley;
Proverbios 24:10
Si eres débil en día de angustia, tu fuerza es limitada.
Isaías 40:30-31
Aun los mancebos se fatigan y se cansan, y los jóvenes tropiezan {y} vacilan,
1 Corintios 11:32
Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.
2 Corintios 4:1
Por tanto, puesto que tenemos este ministerio, según hemos recibido misericordia, no desfallecemos;
2 Corintios 4:16-17
Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.
Hebreos 12:3
Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón.
Hebreos 12:5-12
además, habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige: HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL;
Apocalipsis 3:19
Treasury of Scripture Knowledge did not add