Proverbios 30:16

El sepulcro, la matriz estéril, la tierra que no se sacia de aguas, y el fuego que jamás dice: ¡Basta!

Proverbios 27:20

El infierno y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca se sacian.

Habacuc 2:5

Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre soberbio, y no queda en casa; el cual ensancha como el infierno su alma, y es como la muerte, que no se sacia; antes reúne para sí todas las naciones, y amontona para sí todos los pueblos.

Génesis 30:1

Y viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)