Te guiarán cuando anduvieres; cuando durmieres te guardarán; Hablarán contigo cuando despertares.

El consejo te guardará, Te preservará la inteligencia:

Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará.

Para las obras humanas, por la palabra de tus labios Yo me he guardado de las vías del destructor.

Envía tu luz y tu verdad: éstas me guiarán, Me conducirán al monte de tu santidad, Y á tus tabernáculos.

BETH. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.

Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.

Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.

MEM. ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos.

Volverá después su rostro á las islas, y tomará muchas; mas un príncipe le hará parar su afrenta, y aun tornará sobre él su oprobio.

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