Salmos 10:12

Levántate, oh SEÑOR Dios, alza tu mano, no te olvides de los humildes.

Porque demandando la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los humildes.

Tu mano se alzará sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán talados.

Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebraste.

Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgados los gentiles delante de ti.

¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.

¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus misericordias? (Selah.)

Ensálzate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios.

SEÑOR, cuando se levante tu mano, no verán; verán al cabo, y se avergonzarán con celo del pueblo. Y a tus enemigos fuego los consumirá.

Ahora me levantaré, dice el SEÑOR; ahora seré ensalzado, ahora seré engrandecido.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido