Salmos 116:4

Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Te ruego, oh Jehová, libra mi alma.

Salmos 118:5

Desde la angustia invoqué a JAH; y JAH me respondió, poniéndome en lugar espacioso.

Salmos 22:20

Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida.

2 Crónicas 33:12-13

Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres.

Salmos 6:4

Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.

Salmos 18:6

En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios: Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos.

Salmos 22:1-3

«Al Músico principal, sobre Ajelet-sahar. Salmo de David» Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?

Salmos 25:17

Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.

Salmos 30:7-8

porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.

Salmos 34:6

Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias.

Salmos 40:12-13

Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.

Salmos 50:15

E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás.

Salmos 130:1-2

«Cántico gradual» De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

Salmos 142:4-6

Miré a mi mano derecha, y observé; mas no había quien me conociese; no tuve refugio, nadie se preocupó por mi alma.

Salmos 143:6-9

Extendí mis manos a ti; mi alma tiene sed de ti como la tierra sedienta. (Selah)

Isaías 37:15-20

Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo:

Isaías 38:1-3

En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Pon tu casa en orden, porque morirás, y no vivirás.

Lucas 18:13

Mas el publicano, estando lejos, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que golpeaba su pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

Lucas 23:42-43

Y dijo a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

Juan 2:2

Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.

Treasury of Scripture Knowledge did not add

Reina Valera Gómez (© 2010)