Salmos 132:1

«Cántico gradual» Acuérdate, oh Jehová, de David, y de toda su aflicción;

Salmos 120:1

«Cántico gradual» Clamé a Jehová en mi angustia, y Él me respondió.

Génesis 8:1

Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.

Éxodo 2:24

Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.

1 Samuel 18:1-30

Y así que él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a su propia alma.

2 Samuel 15:1-20

Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta que corriesen delante de él.

Salmos 25:6-7

Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son eternas.

Salmos 121:1

«Cántico gradual» Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.

Salmos 122:1

«Cántico gradual: de David» Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.

Salmos 123:1

«Cántico gradual» A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en los cielos.

Salmos 124:1

«Cántico gradual: de David» A no haber estado Jehová por nosotros, diga ahora Israel;

Salmos 125:1

«Cántico gradual» Los que confían en Jehová son como el monte de Sión que no se mueve; sino que permanece para siempre.

Salmos 126:1

«Cántico gradual» Cuando Jehová hizo volver la cautividad de Sión, éramos como los que sueñan.

Salmos 127:1

«Cántico gradual: para Salomón» Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guarda.

Salmos 128:1

«Cántico gradual» Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.

Salmos 129:1

«Cántico gradual» Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora Israel;

Salmos 130:1

«Cántico gradual» De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

Salmos 131:1

«Cántico gradual: de David» Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí.

Lamentaciones 3:19

Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel.

Lamentaciones 5:1

Acuérdate, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido: Ve y mira nuestro oprobio.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)