1 «Cántico gradual» Acuérdate, oh Jehová, de David, y de toda su aflicción; 2 que juró él a Jehová, prometió al Fuerte de Jacob: 3 No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado; 4 no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, 5 hasta que halle un lugar para Jehová, una morada para el Fuerte de Jacob.
6 He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque. 7 Entraremos en sus tabernáculos; adoraremos ante el estrado de sus pies. 8 Levántate, oh Jehová, entra al lugar de tu reposo; tú y el arca de tu fortaleza. 9 Tus sacerdotes se vistan de justicia, y tus santos se regocijen. 10 Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.
11 En verdad juró Jehová a David, no se retractará de ello: Del fruto de tus lomos pondré sobre tu trono. 12 Si tus hijos guardaren mi pacto, y mi testimonio que yo les enseñaré, sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.
13 Porque Jehová ha elegido a Sión; la deseó por habitación para sí. 14 Éste es mi lugar de reposo para siempre: Aquí habitaré, porque la he deseado. 15 Bendeciré en gran manera su provisión; a sus pobres saciaré de pan. 16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, y sus santos darán voces de júbilo. 17 Allí haré reverdecer el cuerno de David; he preparado lámpara a mi ungido. 18 A sus enemigos vestiré de confusión; mas sobre él florecerá su corona.

Reina Valera Gómez (© 2010)