Salmos 140:4

Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, del varón de violencia me guarde; que han pensado trastornar mis pasos.

Dios mío, líbrame de la mano del impío, de la mano del perverso y violento.

No venga pie de soberbia contra mí; y mano de impíos no me mueva.

Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.

Guárdame como lo negro de la niña del ojo, escóndeme con la sombra de tus alas.

Tsade Acecha el impío al justo, y procura matarlo.

Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.

Tener respeto a la persona del impío, para hacer caer al justo de su derecho, no es bueno.

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