Salmos 17:5

Mis pasos se han mantenido firmes en tus senderos. No han resbalado mis pies.

Ensanchas mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.

Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine.

No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni se han desviado nuestros pasos de tu senda;

El guarda los pies de sus santos, mas los malvados son acallados en tinieblas, pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre.

Mi pie ha seguido firme en su senda, su camino he guardado y no me he desviado.

Pues dije: Que no se alegren de mí {los que,} cuando mi pie resbala, se engrandecen sobre mí.

Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá.

Sostenme conforme a tu promesa, para que viva, y no dejes que me avergüence de mi esperanza.

No permitirá que tu pie resbale; no se adormecerá el que te guarda.

El SEÑOR te protegerá de todo mal; El guardará tu alma.

Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido