Salmos 28:6

Bendito el SEÑOR, que oyó la voz de mis ruegos.

Bendito el SEÑOR, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte.

Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi oración.

Porque el SEÑOR oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.

Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones.

Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas.

Desde la angustia invoqué a JAH; y me respondió JAH, poniéndome en anchura.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido