Salmos 30:3

Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida, para que no descendiese a la fosa.

Salmos 28:1

«Salmo de David» A ti clamaré, oh Jehová, Roca mía; no te desentiendas de mí; Para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden a la fosa.

Salmos 16:10

Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

Salmos 86:13

Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma del más profundo infierno.

Job 33:19-22

También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos,

Job 33:28

Dios redimirá su alma, que no pase al sepulcro, y su vida mirará la luz.

Salmos 40:1-2

«Al Músico principal: Salmo de David» Pacientemente esperé en Jehová, y Él se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Salmos 56:13

Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.

Salmos 71:20

Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

Salmos 116:8

Pues tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.

Isaías 38:17-18

He aquí amargura grande me sobrevino en la paz; pero por amor a mi alma tú la libraste del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.

Jonás 2:4-6

Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos: Mas aun veré tu santo templo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)