Salmos 71:20

Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

Salmos 60:3

Has hecho ver a tu pueblo duras cosas; nos hiciste beber el vino de aturdimiento.

Salmos 80:18

Así no nos apartaremos de ti: Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

Salmos 138:7

Aunque yo anduviere en medio de la angustia, tú me vivificarás: Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.

Salmos 86:13

Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma del más profundo infierno.

Oseas 6:1-2

Venid y volvámonos a Jehová; porque Él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

2 Samuel 12:11

Así dice Jehová: He aquí yo levantaré sobre ti el mal de tu misma casa, y tomaré a tus esposas delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual se acostará con tus esposas a la vista de este sol.

Salmos 16:10

Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

Salmos 40:1-3

«Al Músico principal: Salmo de David» Pacientemente esperé en Jehová, y Él se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Salmos 66:10-12

Porque tú nos probaste, oh Dios: nos refinaste como se refina la plata.

Salmos 85:6

¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?

Salmos 88:6-18

Me has puesto en el hoyo más profundo, en tinieblas, en lugares profundos.

Salmos 119:25

DALET. Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra.

Isaías 26:19

Tus muertos vivirán; junto con mi cuerpo muerto resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas; y la tierra echará los muertos.

Isaías 38:17

He aquí amargura grande me sobrevino en la paz; pero por amor a mi alma tú la libraste del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.

Ezequiel 37:12-13

Por tanto, profetiza, y diles: Así dice Jehová el Señor: He aquí, yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.

Jonás 2:6

Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: Mas tú sacaste mi vida de la corrupción, oh Jehová Dios mío.

Marcos 14:33-34

Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.

Marcos 15:34

Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? Que interpretado, es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Hechos 2:24

a quien Dios resucitó, habiendo soltado los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser retenido por ella.

Hechos 2:32-34

A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

2 Corintios 11:23-31

¿Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

Efesios 4:9

(Ahora, que Él subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?

Apocalipsis 7:14

Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Éstos son los que han salido de gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)