Salmos 36:8

Embriagarse han de la grosura de tu casa; Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

Salmos 16:11

Me mostrarás la senda de la vida: Hartura de alegrías hay con tu rostro; Deleites en tu diestra para siempre.

Salmos 65:4

Dichoso el que tú escogieres, é hicieres llegar á ti, Para que habite en tus atrios: Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo.

Job 20:17

No verá los arroyos, los ríos, Los torrentes de miel y de manteca.

Salmos 46:4

Del río sus conductos alegrarán la ciudad de Dios, El santuario de las tiendas del Altísimo.

Salmos 63:5

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

Isaías 25:6

Y Jehová de los ejércitos hará en este monte á todos los pueblos convite de engordados, convite de purificados, de gruesos tuétanos, de purificados líquidos.

Jeremías 31:12-14

Y vendrán, y harán alabanzas en lo alto de Sión, y correrán al bien de Jehová, al pan, y al vino, y al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, ni nunca más tendrán dolor.

Isaías 48:21

Y no tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos; hízoles correr agua de la piedra: cortó la peña, y corrieron aguas.

Isaías 58:11

Y Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías hartará tu alma, y engordará tus huesos; y serán como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

Mateo 5:6

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos.

Apocalipsis 22:1-17

DESPUÉS me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.

Salmos 17:15

Yo en justicia veré tu rostro: Seré saciado cuando despertare á tu semejanza.

Cantares 5:1

YO vine á mi huerto, oh hermana, esposa mía: Cogido he mi mirra y mis aromas; He comido mi panal y mi miel, Mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; Babed, amados, y embriagaos.

Isaías 43:20

La bestia del campo me honrará, los chacales, y los pollos del avestruz: porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido.

Isaías 55:1-2

A TODOS los sedientos: Venid á las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.

Zacarías 9:17

Porque ­cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará á los mancebos, y el vino á las doncellas.

Juan 7:37

Mas en el postrer día grande de la fiesta, Jesús se ponía en pie y clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga á mí y beba.

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