Salmos 4:6

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.

Números 6:26

el SEÑOR alce a ti su rostro, y ponga en ti paz.

Salmos 80:7

Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Salmos 80:19

Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, haznos tornar; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Salmos 67:1

Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);

Salmos 89:15

Dichoso el pueblo que sabe jubilar; andarán, oh SEÑOR, a la luz de tu rostro.

Salmos 119:135

Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.

Salmos 21:6

Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.

Salmos 39:6

Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; amontona, y no sabe quién lo cogerá.

Salmos 42:5

¿Por qué te abates, oh alma mía, y bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún le tengo de alabar por el bienestar de su presencia.

Salmos 44:3

Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.

Salmos 49:16-20

No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa;

Salmos 80:1-3

Oh Pastor de Israel, escucha; tú que pastoreas como a ovejas a José, que estás entre querubines, resplandece.

Eclesiastés 2:3-26

Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que mi corazón anduviera en sabiduría, y retuviera la locura, hasta ver cuál fuera el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.

Isaías 55:2

¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien; y se deleitará vuestra alma con grosura.

Lucas 12:19

y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.

Lucas 16:19

Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.

Santiago 4:13

Ea, ahora, los que decís: Vamos hoy y mañana a tal ciudad, y estaremos allá un año y compraremos mercadería, y ganaremos;

Santiago 5:1-5

Ea, ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán.

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