Salmos 40:8

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón.

Juan 4:34

Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

Salmos 119:16

Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.

Salmos 119:24

Pues tus testimonios son mi delicia, y mis consejeros.

Salmos 119:92

Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido.

Jeremías 31:33

Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y la escribiré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

2 Corintios 3:3

siendo manifiesto que sois carta de Cristo ministrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

Job 23:12

Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.

Salmos 37:30-31

La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua pronunciará juicio.

Salmos 112:1

«Aleluya» Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

Salmos 119:47

Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.

Proverbios 3:1

Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos;

Jeremías 15:16

Se hallaron tus palabras, y yo las comí; y tus palabras fueron para mí el gozo y la alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.

Romanos 7:22

Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios;

Romanos 8:29

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)