Salmos 50:2
De Sión, perfección de hermosura, Ha Dios resplandecido.
Deuteronomio 33:2
Y dijo: Jehová vino de Sinaí, Y de Seir les esclareció; Resplandeció del monte de Parán, Y vino con diez mil santos: A su diestra la ley de fuego para ellos.
Salmos 48:2
Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra Es el monte de Sión, á los lados del aquilón, La ciudad del gran Rey.
Salmos 80:1
Al Músico principal: sobre Sosannim Eduth: Salmo de Asaph. OH Pastor de Israel, escucha: Tú que pastoreas como á ovejas á José, Que estás entre querubines, resplandece.
Salmos 68:24
Vieron tus caminos, oh Dios; Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
Salmos 80:17
Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo del hombre que para ti corroboraste.
Salmos 87:2-3
Ama Jehová las puertas de Sión Más que todas las moradas de Jacob.
Salmos 94:1
JEHOVA, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate.
Cantares 5:16
Su paladar, dulcísimo: y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi amigo, Oh doncellas de Jerusalem.
Isaías 12:6
Regocíjate y canta, oh moradora de Sión: porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Isaías 26:21
Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra él; y la tierra descubrirá sus sangres, y no más encubrirá sus muertos.
Lamentaciones 2:15
Todos los que pasaban por el camino, batieron las manos sobre ti; Silbaron, y movieron sus cabezas sobre la hija de Jerusalem, diciendo: ¿Es ésta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?
Oseas 5:15
Andaré, y tornaré á mi lugar hasta que conozcan su pecado, y busquen mi rostro. En su angustia madrugarán á mi.
Habacuc 2:20
Mas Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra.
Habacuc 3:3-4
Dios vendrá de Temán, Y el Santo del monte de Parán, (Selah.) Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.
Zacarías 9:17
Porque cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará á los mancebos, y el vino á las doncellas.
Hebreos 12:22-26
Mas os habéis llegado al monte de Sión, y á la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial, y á la compañía de muchos millares de ángeles,
Apocalipsis 1:16
Y tenía en su diestra siete estrellas: y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Apocalipsis 21:23
Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido