Salmos 59:2

Líbrame de los obradores de iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios.

Salmos 139:19

De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.

Salmos 26:9

No juntes con los pecadores mi alma, ni mi vida con hombres sanguinarios:

Salmos 27:2

Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

Salmos 55:23

Mas tú, oh Dios, los harás descender al pozo de la destrucción: Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días: Pero yo confiaré en ti.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)