Salmos 65:8

Por tanto, los moradores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces que se alegren las salidas de la mañana y de la tarde.

Salmos 2:8

Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.

Génesis 8:22

Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.

Éxodo 15:14-16

Lo oirán los pueblos, y temblarán; se apoderará dolor de los moradores de Filistea.

Deuteronomio 4:19

No sea que alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas incitado, y te inclines a ellos, y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Josué 2:9-11

Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país desmayan por causa de vosotros.

Job 38:12

¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,

Salmos 19:5

Y éste, como un novio que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino.

Salmos 48:5-6

Y viéndola ellos así, se maravillaron, se turbaron, se dieron prisa a huir.

Salmos 65:13

Los prados se visten de rebaños, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.

Salmos 66:3

Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

Salmos 74:16

Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú estableciste la luna y el sol.

Salmos 104:20-23

Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corretean todas las bestias de la selva.

Salmos 126:2

Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces decían entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.

Salmos 135:9

Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, sobre Faraón, y sobre todos sus siervos.

Salmos 136:8

el sol para que señorease en el día, porque para siempre es su misericordia;

Salmos 148:3

Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.

Habacuc 3:3-19

Dios viene de Temán, y el Santo del monte de Parán (Selah). Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.

Hechos 5:38-39

Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;

Apocalipsis 11:13

Y en aquella hora fue hecho gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil hombres murieron en el terremoto; y los demás se espantaron, y dieron gloria al Dios del cielo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)