Habacuc 3:3

Dios viene de Temán, y el Santo del monte de Parán (Selah). Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.

Deuteronomio 33:2

Y dijo: Jehová vino de Sinaí, y de Seir les esclareció; resplandeció del monte de Parán, y vino con diez mil santos; a su diestra la ley de fuego para ellos.

Génesis 21:21

Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó esposa de la tierra de Egipto.

Jeremías 49:7

De Edom. Así dice Jehová de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Ha perecido el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría?

Amós 1:12

Y meteré fuego en Temán, y consumirá los palacios de Bosra.

Abdías 1:9

Y tus valientes, oh Temán, serán quebrantados; porque todo hombre será talado del monte de Esaú por el estrago.

Génesis 36:11

Y los hijos de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefo, Gatam, y Cenaz.

Éxodo 19:16-20

Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de trompeta muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

Éxodo 20:18

Todo el pueblo percibía los truenos y los relámpagos, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba. Y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.

Éxodo 24:15-17

Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.

Números 10:12

Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí según el orden de marcha; y la nube se detuvo en el desierto de Parán.

Deuteronomio 5:24

y dijisteis: He aquí, Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego: hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste vive.

Jueces 5:4-5

Cuando saliste de Seir, oh Jehová, cuando te apartaste del campo de Edom, la tierra tembló, y los cielos destilaron, y las nubes gotearon aguas.

1 Samuel 25:1

Y murió Samuel, y se reunió todo Israel, y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Y se levantó David, y se fue al desierto de Parán.

Salmos 3:2

Muchos dicen de mi vida: No hay para él salvación en Dios. (Selah)

Salmos 3:4

Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo. (Selah)

Salmos 4:4

Temblad, y no pequéis: Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y callad. (Selah)

Salmos 9:16

Jehová es conocido por el juicio que hizo; en la obra de sus propias manos fue enlazado el malo. (Higaion. Selah)

Salmos 9:20

Pon, oh Jehová, temor en ellos; conozcan las naciones que no son sino hombres. (Selah)

Salmos 48:10

Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra.

Salmos 68:7-8

Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, (Selah)

Salmos 68:17

Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor está entre ellos, como en el Sinaí, así en el santuario.

Salmos 114:3-7

El mar lo vio, y huyó; el Jordán se volvió atrás.

Isaías 6:3

Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.

Isaías 64:3

Cuando hiciste cosas terribles, cuales nunca esperábamos, y descendiste, se deslizaron los montes ante tu presencia.

2 Corintios 3:7-11

Y si el ministerio de muerte escrito y grabado en piedras fue glorioso, tanto que los hijos de Israel no podían fijar los ojos en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su parecer, la cual había de fenecer,

Apocalipsis 5:13-14

Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos hay, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, y la honra, y la gloria y el poder, por siempre jamás.

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Reina Valera Gómez (© 2010)