Salmos 69:20
La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado: Y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo: Y consoladores, y ninguno hallé.
Job 16:2
Muchas veces he oído cosas como estas: Consoladores molestos sois todos vosotros.
Isaías 63:5
Y miré y no había quien ayudará, y maravilléme que no hubiera quien sustentase: y salvóme mi brazo, y sostúvome mi ira.
Salmos 142:4
Miraba á la mano derecha, y observaba; mas no había quien me conociese; No tuve refugio, no había quien volviese por mi vida.
Marcos 14:50
Entonces dejándole todos sus discípulos, huyeron.
Job 19:21-22
Oh vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; Porque la mano de Dios me ha tocado.
Salmos 42:6
Dios mío, mi alma está en mí abatida: Acordaréme por tanto de ti desde tierra del Jordán, Y de los Hermonitas, desde el monte de Mizhar.
Salmos 42:10
Mientras se están quebrantando mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Salmos 123:4
Muy harta está nuestra alma Del escarnio de los holgados, Y del menosprecio de los soberbios.
Mateo 26:37-38
Y tomando á Pedro, y á los dos hijos de Zebedeo, comenzó á entristecerse y á angustiarse en gran manera.
Mateo 26:56
Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole.
Marcos 14:37
Y vino y los halló durmiendo; y dice á Pedro: ¿Simón, duermes? ¿No has podido velar una hora?
Juan 12:27
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora. Mas por esto he venido en esta hora.
Juan 16:32
He aquí, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
2 Timoteo 4:16-17
En mi primera defensa ninguno me ayudó, antes me desampararon todos: no les sea imputado.
Hebreos 11:36
Otros experimentaron vituperios y azotes; y á más de esto prisiones y cárceles;
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido