Salmos 83:1

Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto.

Salmos 28:1

A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro.

Salmos 35:22

Tú lo has visto, oh SEÑOR; no calles: Señor, de mí no te alejes.

Salmos 50:3

Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de su presencia, y en derredor suyo habrá tempestad grande.

Salmos 44:23

Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre.

Salmos 109:1-2

Oh Dios de mi alabanza, no calles;

Isaías 42:14

Desde el siglo he callado, he tenido silencio, y me he detenido; daré voces, como mujer que está de parto; asolaré y devoraré juntamente.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright