Salmos 9:13
Ten misericordia de mí, oh Jehová; mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;
Salmos 30:3
Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida, para que no descendiese a la fosa.
Salmos 86:13
Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma del más profundo infierno.
Nehemías 9:32
Ahora, pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, terrible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenida en poco delante de ti toda la aflicción que nos ha alcanzando a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, y a nuestros profetas, y a nuestros padres, y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día.
Salmos 13:3
Mira, óyeme, Jehová Dios mío; alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;
Salmos 25:19
Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen.
Salmos 38:19
Porque mis enemigos están vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa:
Salmos 51:1
«Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta» Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Salmos 56:13
Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
Salmos 107:18
Su alma abominó todo alimento, y llegaron hasta las puertas de la muerte.
Salmos 116:3-4
Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del infierno; angustia y dolor había yo hallado.
Salmos 119:132
Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.
Salmos 119:153
RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado.
Salmos 142:6
Escucha mi clamor, porque estoy muy abatido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
Isaías 38:10
Yo dije: En el medio de mis días iré a las puertas del sepulcro: Privado soy del resto de mis años.
Lamentaciones 1:9
Su inmundicia está en sus faldas; no se acordó de su postrimería: Por tanto ella ha caído asombrosamente, no tiene consolador. Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.
Lamentaciones 1:11
Todo su pueblo buscó su pan suspirando; Dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh Jehová, y ve que estoy abatida.
Juan 2:6
Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme a la purificación de los judíos, y en cada una cabían dos o tres cántaros.
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