Tito 2:5
a ser discretas, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos; para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
1 Timoteo 6:1
Todos los que están bajo yugo de servidumbre, tengan a sus señores por dignos de toda honra, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y su doctrina.
Génesis 3:16
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti.
Génesis 16:8-9
Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.
Génesis 18:9
Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu esposa? Y él respondió: Aquí en la tienda.
2 Samuel 12:14
Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido morirá ciertamente.
Salmos 74:10
¿Hasta cuándo, oh Dios, el angustiador nos afrentará? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?
Proverbios 7:11
alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa;
Proverbios 31:10-31
Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de piedras preciosas.
Hechos 9:36
Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que interpretado quiere decir, Dorcas. Ésta era llena de buenas obras y de limosnas que hacía.
Hechos 9:39
Pedro entonces levantándose, fue con ellos. Y cuando llegó, le llevaron al aposento alto, y todas las viudas le rodearon, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas.
Romanos 2:24
Porque el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros, como está escrito.
1 Corintios 11:3
Mas quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
1 Corintios 14:34
Vuestras mujeres callen en las iglesias; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.
Efesios 5:22-24
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.
Efesios 5:33
Por lo demás, cada uno de vosotros en particular, ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa reverencie a su marido.
Colosenses 3:18
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
1 Timoteo 2:11-12
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
1 Timoteo 5:10
Que tenga testimonio de buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha seguido toda buena obra.
1 Timoteo 5:13-14
Y así también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas e indiscretas, hablando cosas que no debieran.
1 Pedro 3:1-5
Asimismo vosotras, esposas, sujetaos a vuestros propios maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido