Zacarías 9:9
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.
Isaías 9:6-7
Porque niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado es asentado sobre su hombro. Y se llamará El Admirable, El Consejero, El Dios, El Fuerte, El Padre Eterno, El Príncipe de Paz.
Jeremías 23:5-6
He aquí que vienen los días, dice el SEÑOR, y despertaré a David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.
Sofonías 3:14-15
Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, oh hija de Jerusalén.
Zacarías 2:10
Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, dijo el SEÑOR.
Salmos 2:6
Y yo envestí mi rey sobre Sion, el monte de mi santidad.
Salmos 45:6-7
Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre; vara de justicia, la vara de tu reino.
Isaías 40:9
Súbete sobre un monte alto, oh Sion anunciadora; levanta fuertemente tu voz anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas. Di a las ciudades de Judá: ¡Veis aquí el Dios vuestro!
Isaías 43:11
Yo, yo soy el SEÑOR; y fuera de mí no hay quien salve.
Isaías 62:11
He aquí, que el SEÑOR hizo oír hasta lo último de la tierra. Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí que su recompensa con él, y su obra delante de él.
Jeremías 30:9
sino que servirán al SEÑOR su Dios, y a David su rey, el cual les levantaré.
Mateo 11:29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
Juan 1:49
Respondió Natanael, y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
Salmos 45:1
Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en mis obras del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
Salmos 85:9-12
Ciertamente cercana está su salud a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra.
Salmos 97:6-8
Los cielos denunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria.
Salmos 110:1-4
El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.
Isaías 12:6
Regocíjate y canta, oh Moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Isaías 32:1-2
He aquí que para justicia reinará un rey; y príncipes presidirán para juicio.
Isaías 43:3
Porque yo soy el SEÑOR, Dios tuyo, el Santo de Israel, guardador tuyo. A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Isaías 45:21
Publicad, y haced llegar, y entren todos en consulta. ¿Quién hizo oír esto desde el principio, y desde entonces lo tiene dicho, sino yo, el SEÑOR? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador, no hay más que yo.
Isaías 52:9-10
Cantad alabanzas, alegraos juntamente las soledades de Jerusalén; porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.
Mateo 1:21
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Mateo 21:4-7
Y todo esto fue hecho, para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta, que dijo:
Marcos 11:7
Trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus vestidos, y se sentó sobre él.
Marcos 11:9-10
Y los que iban delante, y los que iban detrás, daban voces diciendo: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el Nombre del Señor.
Lucas 19:30-35
diciendo: Id a la aldea de enfrente; en la cual cuando entrareis, hallaréis un pollino atado, en el que ningún hombre se ha sentado jamás; desatadlo, y traedlo.
Lucas 19:37-38
Y cuando llegaron ya cerca de la bajada del monte de las Olivas, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
Juan 12:13-16
tomaron ramos de palmas, y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna, Bendito el que viene en el Nombre del Señor, el Rey de Israel!
Juan 19:15
Pero ellos dieron voces: Quita, quita, cuélguenle de un madero. Les dice Pilato: ¿A vuestro Rey he de colgar de un madero? Respondieron los sumos sacerdotes: No tenemos rey sino a César.
Romanos 3:24-26
justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Jesús el Cristo;
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido