He aquí, vienen días --declara el Señor DIOS-- en que enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del SEÑOR.

Entonces cambiaré vuestras fiestas en llanto y todos vuestros cantos en lamento; pondré cilicio sobre todo lomo y calvicie sobre toda cabeza; haré que sea como duelo por hijo único, y su fin, como día de amargura.

Y vagarán de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca de la palabra del SEÑOR, pero no {la} encontrarán.

Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: ``Viva tu dios, oh Dan", y ``Viva el camino de Beerseba", caerán y nunca más se levantarán.

En aquel día las doncellas hermosas y los jóvenes desfallecerán de sed.

¿No temblará por esto la tierra, y hará duelo todo aquel que habita en ella? Subirá toda ella como el Nilo, se agitará y menguará como el Nilo de Egipto.

y El dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Una canasta de fruta de verano. Entonces el SEÑOR me dijo: Ha llegado el fin para mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo.

Los cantos del palacio se convertirán en gemido en aquel día --declara el Señor DIOS. Muchos {serán} los cadáveres; en todo lugar {los} echarán fuera en silencio.

Y sucederá que en aquel día --declara el Señor DIOS-- yo haré que el sol se ponga al mediodía y que la tierra en pleno día se oscurezca.

diciendo: ¿Cuándo pasará la luna nueva para vender el grano, y el día de reposo para abrir el {mercado de} trigo, achicar el efa, aumentar el siclo y engañar con balanzas falsas;

para comprar por dinero a los desvalidos y a los pobres por un par de sandalias, y vender los desechos del trigo?

El SEÑOR ha jurado por el orgullo de Jacob: Ciertamente, nunca me olvidaré de ninguna de sus obras.

Oíd esto, los que pisoteáis a los menesterosos, y queréis exterminar a los pobres de la tierra,

Esto me mostró el Señor DIOS: He aquí, {había} una canasta de fruta de verano,