Y Faraón se quitó el anillo de sellar de su mano y lo puso en la mano de José; y lo vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello.

Y al segundo le puso el nombre de Efraín, porque {dijo:} Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción.

Y produjo la tierra a manos llenas durante los siete años de abundancia.

Y él recogió todo el fruto de {estos} siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó el alimento en las ciudades; y guardó en cada ciudad el fruto de sus campos circunvecinos.

Y Faraón llamó a José por el nombre de Zafnat-panea, y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Y salió José por {toda} la tierra de Egipto.

Lo hizo montar en su segundo carro, y proclamaron delante de él: ¡Doblad la rodilla! Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.

Y aconteció que al cabo de dos años, Faraón tuvo un sueño; y he aquí, {soñó} que estaba de pie junto al Nilo.

Faraón dijo también a José: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.

Pero cuando las habían devorado, no se podía notar que las hubieran devorado; pues su aspecto era tan feo como al principio. Entonces me desperté.

José {tenía} treinta años cuando se presentó ante Faraón, rey de Egipto. Y salió José de la presencia de Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto.

Y le nacieron a José dos hijos antes de que llegaran los años de hambre, los que le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On.

Entonces Faraón dijo a José: {Aunque} yo soy Faraón, sin embargo, nadie levantará su mano ni su pie sin tu permiso en toda la tierra de Egipto.

Entonces Faraón mandó llamar a José, y lo sacaron aprisa del calabozo; y después de afeitarse y cambiarse sus vestidos, vino a Faraón.

Y al primogénito José le puso el nombre de Manasés, porque {dijo:} Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y toda la casa de mi padre.

Y {de} todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque el hambre era severa en toda la tierra.

Entonces Faraón dijo a sus siervos: ¿Podemos hallar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?

Entonces José dijo a Faraón: Los {dos} sueños de Faraón son uno; Dios ha anunciado a Faraón lo que El va a hacer.

Y sucedió que por la mañana su espíritu estaba turbado, y mandó llamar a todos los adivinos de Egipto, y a todos sus sabios. Y Faraón les contó sus sueños, pero no hubo quien se los pudiera interpretar a Faraón.

José respondió a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios dará a Faraón una respuesta favorable.

Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú.

Así José almacenó grano en gran abundancia, como la arena del mar, hasta que dejó de medir{lo} porque no se podía medir.

Y la idea pareció bien a Faraón y a todos sus siervos.

Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú.

Y el hambre se extendió sobre toda la faz de la tierra. Entonces José abrió todos los graneros y vendió a los egipcios, pues el hambre era severa en la tierra de Egipto.

Y en cuanto a la repetición del sueño a Faraón dos veces, {quiere decir} que el asunto está determinado por Dios, y Dios lo hará pronto.

Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan; y Faraón dijo a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os diga.

Ahora pues, busque Faraón un hombre prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.

Y de pronto, del Nilo subieron siete vacas de hermoso aspecto y gordas, y pacían en el carrizal.

y comenzaron a venir los siete años de hambre, tal como José había dicho, entonces hubo hambre en todas las tierras; pero en toda la tierra de Egipto había pan.

Y Faraón dijo a José: He tenido un sueño y no hay quien lo interprete; y he oído decir de ti, que oyes un sueño y lo puedes interpretar.

Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Quisiera hablar hoy de mis faltas.

He aquí, vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto;

Haga {esto} Faraón: nombre intendentes sobre el país y exija un quinto {de la producción} de la tierra de Egipto en los siete años de abundancia.

Cuando pasaron los siete años de abundancia que había habido en la tierra de Egipto,

Entonces habló Faraón a José: En mi sueño, he aquí, yo estaba de pie a la orilla del Nilo.

y después de ellos vendrán siete años de hambre, y será olvidada toda la abundancia en la tierra de Egipto; y el hambre asolará la tierra.

Esto es lo que he dicho a Faraón: Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer.

Y las siete vacas flacas y feas que subieron detrás de ellas son siete años, y las siete espigas quemadas por el viento solano serán siete años de hambre.

y las espigas menudas devoraron a las siete espigas buenas. Y {se lo} conté a los adivinos, pero no hubo quien me {lo} pudiera explicar.

Y aconteció que tal como nos lo había interpretado, así sucedió; a mí me restableció {Faraón} en mi puesto, pero al otro lo ahorcó.

Y {estaba} allí con nosotros un joven hebreo, un siervo del capitán de la guardia; y se {los} contamos, y él nos interpretó los sueños. A cada uno interpretó su sueño.

Y que ellos recojan todos los víveres de esos años buenos que vienen, y almacenen en las ciudades el grano para alimento bajo la autoridad de Faraón, y que {lo} protejan.

Se quedó dormido y soñó por segunda vez; y he aquí que siete espigas llenas y buenas crecían en una sola caña.

Pero he aquí, otras siete vacas de mal aspecto y flacas subieron del Nilo detrás de ellas, y se pararon junto a las {otras} vacas a la orilla del Nilo;

Y vi siete vacas gordas y de hermoso aspecto que salieron del Nilo; y pacían en el carrizal.

Y he aquí que siete espigas, menudas y quemadas por el viento solano, brotaron después de aquéllas.

Y he aquí que siete espigas marchitas, menudas {y} quemadas por el viento solano, brotaron después de aquéllas;

Y que los víveres sean una reserva para el país durante los siete años de hambre que ocurrirán en la tierra de Egipto, a fin de que el país no perezca durante el hambre.

Y no se conocerá la abundancia en la tierra a causa del hambre que vendrá, que {será} muy severa.

y las vacas de mal aspecto y flacas devoraron las siete vacas de hermoso aspecto y gordas. Entonces Faraón despertó.

Las siete vacas buenas son siete años, y las siete espigas buenas son siete años; los dos sueños son uno.

él y yo tuvimos un sueño en una misma noche; cada uno de nosotros soñó según la interpretación de su {propio} sueño.

Cuando Faraón se enojó con sus siervos y me puso bajo custodia en la casa del capitán de la guardia, a mí y al jefe de los panaderos,

Pero he aquí, otras siete vacas subieron detrás de ellas, pobres, de muy mal aspecto y flacas, de tal fealdad como yo nunca había visto en toda la tierra de Egipto.

Y las vacas flacas y feas devoraron las primeras siete vacas gordas.

Y he aquí, en mi sueño también vi que siete espigas llenas y buenas crecían en una sola caña.

Y las espigas menudas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas. Entonces Faraón despertó, y he aquí, {era} un sueño.