Versículos Más Populares de la Biblia en Lucas 23
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Y Jesús decía:
Entonces El le dijo:
Y Jesús, clamando a gran voz, dijo:
Cuando le llevaban, tomaron a un cierto Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús.
Cuando llegaron al lugar llamado ``La Calavera", crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Y uno de los malhechores que estaban colgados {allí} le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena
Entonces toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato.
Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, pero a Jesús lo entregó a la voluntad de ellos.
Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo:
Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena?
(Este había sido echado en la cárcel por un levantamiento ocurrido en la ciudad, y por homicidio.)
Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho.
Y había un hombre llamado José, miembro del concilio, varón bueno y justo
Y llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con El.
Y cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y perfumes. Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento.
Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que éste pervierte a nuestra nación, prohibiendo pagar impuesto al César, y diciendo que El mismo es Cristo, un Rey.
Y Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud: No encuentro delito en este hombre.
Y le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El.
Cuando el centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: Ciertamente, este hombre era inocente.
Pilato entonces le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y {Jesús} respondiéndole, dijo:
Y el pueblo estaba {allí} mirando; y aun los gobernantes se mofaban de El, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido.
Los soldados también se burlaban de El, acercándose y ofreciéndole vinagre,
Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratarle con desprecio y burlarse de El, le vistió con un espléndido manto y le envió de nuevo a Pilato.
Entonces Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo,
Pero todos sus conocidos y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas.
Herodes, al ver a Jesús se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que quería verle por lo que había oído hablar de El, y esperaba ver alguna señal que El hiciera.
Y las mujeres que habían venido con El desde Galilea siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado el cuerpo.
Pero ellos insistían, diciendo: El alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.
Pero todos ellos gritaron a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!
Y cuando todas las multitudes que se habían reunido para {presenciar} este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho.
y les dijo: Me habéis presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión, pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado ningún delito en este hombre de las acusaciones que hacéis contra El.
y bajándo{le,} le envolvió en un lienzo de lino, y le puso en un sepulcro excavado en la roca donde nadie había sido puesto todavía.
Había también una inscripción sobre El, {que decía:} ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS.
Era el día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo.
Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.
(el cual no había asentido al plan y al proceder de los demás) {que era} de Arimatea, ciudad de los judíos, {y} que esperaba el reino de Dios.
Pero ellos insistían, pidiendo a grandes voces que fuera crucificado. Y sus voces comenzaron a predominar.
Y tenía obligación de soltarles un {preso} en cada fiesta.
Y al saber que {Jesús} pertenecía a la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que también estaba en Jerusalén en aquellos días.
Y él les dijo por tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho éste? No he hallado en El ningún delito {digno de} muerte; por tanto, le castigaré y {le} soltaré.
pero ellos continuaban gritando, diciendo: ¡Crucifíca{le!} ¡Crucifícale!
Ni tampoco Herodes, pues nos lo ha remitido de nuevo; y he aquí que nada ha hecho que merezca la muerte.
Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, acusándole con vehemencia.