54 Versículos de la Biblia sobre Abnegación
Versículos Más Relevantes
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
¿Hallaste la miel? Come lo que te basta; no sea que hastiado de ella, la vomites.
Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse en la ración de la comida del rey ni en el vino de su beber; pidió por tanto al príncipe de los eunucos licencia de no contaminarse.
escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado.
Pero ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos mandó, diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos perpetuamente;
No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me unté con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas de días.
Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Y llamando a la multitud con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero cada día, y sígame.
Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón? Porque yo no sólo estoy presto a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el Nombre del Señor Jesús.
Pero las cosas que para mí eran ganancias, las he apreciado pérdidas por Cristo.
Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al quemadero.
Y pasando Jesús de allí, vio a un hombre que estaba sentado al banco de los tributos públicos , el cual se llamaba Mateo; y le dice: Sígueme. Y se levantó, y le siguió.
Y volvió a salir al mar, y toda la multitud venía a él, y les enseñaba. Y pasando, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos , y le dice: Sígueme. Y levantándose le siguió.
Y después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos , y le dijo: Sígueme. Y dejadas todas las cosas, levantándose, le siguió.
Mas si tu mano te hace caer, córtala; mejor te es entrar a la vida manco, que teniendo dos manos ir a la Gehena, al fuego que no puede ser apagado;
Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué pues tendremos?
Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido.
Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido.
Y cualquiera que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y la vida eterna tendrá por heredad.
Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o heredades, por causa de mí y del Evangelio, que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo.
Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.
porque si viviereis conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu mortificáis las obras del cuerpo, viviréis.
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto.
mas vestíos del Señor Jesús, el Cristo; y no hagáis caso de la carne en sus deseos.
Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me meteré debajo de la potestad de ninguna.
Y todo aquel que lucha, en todo demuestra templanza; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire; antes sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; para que predicando a los otros, no me haga yo reprobado.
Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios.
Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.
Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con el Cristo en Dios.
Así que, el que se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra.
Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, justa, y píamente, esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesús, el Cristo.
Sed pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
para que ya el tiempo que queda en la carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.
Y respondiendo Booz, le dijo: De cierto me ha sido declarado todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido; que dejando a tu padre y a tu madre, y la tierra de tu natural has venido a pueblo que no conociste llegando hace tres días.
no mirando cada uno a lo que es suyo, mas a lo que es de los otros.
Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda o sea enfermo.
Así que, los que somos más firmes, debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos a nosotros mismos.
Por lo cual, si la comida es a mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne, ni haré cosa con la que caiga mi hermano.
Mortificad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, deleite carnal , mala concupiscencia, y avaricia, la cual es servicio de ídolos;
Ninguno que milita se enreda en los negocios de esta vida por agradar a aquel que lo tomó por soldado.
Topics on Abnegación
Actitudes de abnegación
Mateo 16:24Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame.
Artículos Relacionados
- Auto indulgencia
- Compromiso a Jesucristo
- Crucificando a nuestra carne
- Dar de Sí Mismo
- El alcohol
- El discipulado, costo de
- El discipulado, naturaleza de
- El pecado, la evitación de
- Imitando
- La abstinencia