11 Versículos de la Biblia sobre Armería

Versículos Más Relevantes

Jeremías 50:25

Abrió Jehová tu tesoro, y sacó los vasos de su furor: porque esta es obra de Jehová, Dios de los ejércitos, en la tierra de los Caldeos.

Nehemías 3:19

Y junto á él restauró Ezer hijo de Jesuá, príncipe de Mizpa, la otra medida frente á la subida de la armería de la esquina.

Cantares 4:4

Tu cuello, como la torre de David, edificada para muestra; Mil escudos están colgados de ella, Todos escudos de valientes.

Isaías 22:8

Y desnudó la cobertura de Judá; y miraste en aquel día hacia la casa de armas del bosque.

Isaías 39:2

Y holgóse con ellos Ezechîas, y enseñoles la casa de su tesoro, plata y oro, y especierías, y ungüentos preciosos, y toda su casa de armas, y todo lo que se pudo hallar en sus tesoros: no hubo cosa en su casa y en todo su señorío, que Ezechîas no les most

2 Crónicas 11:12

Y en todas las ciudades, escudos y lanzas. Fortificólas pues en gran manera, y Judá y Benjamín le estaban sujetos.

2 Crónicas 26:14

Y aprestóles Uzzías para todo el ejército, escudos, lanzas, almetes, coseletes, arcos, y hondas de tirar piedras.

2 Reyes 20:13

Y Ezechîas los oyó, y mostróles toda la casa de las cosas preciosas, plata, oro, y especiería, y preciosos ungüentos; y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros: ninguna cosa quedó que Ezechîas no les mostrase, así en su casa como en todo

Ezequiel 27:10

Persas y Lidios, y los de Phut, fueron en tu ejército tus hombres de guerra: escudos y capacetes colgaron en ti; ellos te dieron tu honra.

1 Reyes 10:16-17

Hizo también el rey Salomón doscientos paveses de oro extendido: seiscientos siclos de oro gastó en cada pavés. Asimismo trescientos escudos de oro extendido, en cada uno de los cuales gastó tres libras de oro: y púsolos el rey en la casa del bosque del Líbano.

2 Crónicas 23:9-10

Dió también el sacerdote Joiada á los centuriones las lanzas, paveses y escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Dios; Y puso en orden á todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y la casa, en derredor del rey por todas partes.

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