52 Versículos de la Biblia sobre Buenas Obras

Versículos Más Relevantes

Jeremías 32:36-40

Y con todo, ahora así dice Jehová Dios de Israel, a esta ciudad, de la cual decís vosotros: Entregada será en mano del rey de Babilonia a espada, a hambre, y a pestilencia: He aquí que yo los juntaré de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, y con mi enojo y saña grande; y los haré tornar a este lugar, y los haré habitar seguramente, y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.Leer más.
Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para bien de ellos, y de sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto eterno, que no tornaré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.

Salmos 125:1-4

«Cántico gradual» Los que confían en Jehová son como el monte de Sión que no se mueve; sino que permanece para siempre. Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre. Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos; para que no extiendan los justos sus manos a la iniquidad.Leer más.
Haz bien, oh Jehová, a los buenos, y a los que son rectos en sus corazones.

Jeremías 32:41

Y me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma.

Miqueas 2:7

Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son éstas sus obras? ¿Mis palabras no hacen bien al que camina rectamente?

Zacarías 8:14-15

Porque así dice Jehová de los ejércitos: Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, dice Jehová de los ejércitos, y no me arrepentí; así otra vez he pensado hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días. No temáis.

Hechos 10:37-38

Palabra que, vosotros sabéis, fue publicada por toda Judea; comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó, cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.

Salmos 14:1-3

«Al Músico principal: Salmo de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga el bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.

Salmos 53:1-3

«Al Músico principal: sobre Mahalat: Masquil de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay quien haga el bien. Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios. Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.

Salmos 36:1-4

«Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor» La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible. Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; dejó de ser sensato, y de hacer el bien.Leer más.
Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, el mal no aborrece.

Isaías 59:7-8

Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, son pensamientos de iniquidad, destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos. No conocen camino de paz, ni hay derecho en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.

Romanos 3:9-18

¿Qué, pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera; porque ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.Leer más.
Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan, veneno de áspides hay debajo de sus labios; cuya boca está llena de maldición y de amargura; sus pies, prestos para derramar sangre; destrucción y miseria hay en sus caminos; y el camino de paz no han conocido. No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Romanos 7:13-23

¿Entonces lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? ¡En ninguna manera! Pero el pecado, para mostrarse pecado, obró muerte en mí por lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido bajo pecado. Pues lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero; sino lo que aborrezco, eso hago.Leer más.
Y si lo que no quiero, eso hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí (esto es en mi carne) no mora el bien; pues el querer está en mí, pero el hacer el bien no. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, éste hago. Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí. Hallo, pues, esta ley, que cuando quiero hacer el bien, el mal está en mí. Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios; mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

Gálatas 6:9-10

No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos; y mayormente a los de la familia de la fe.

Mateo 5:38-48

Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis el mal; antes a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y a cualquiera que te demande ante la ley y tome tu túnica, déjale tomar también la capa;Leer más.
y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en el cielo; porque Él hace que su sol salga sobre malos y buenos; y envía lluvia sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también así los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los publicanos? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.

Lucas 6:27-36

Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Y al que te hiriere en una mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, no le impidas llevar aun la túnica.Leer más.
Y a cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que os hagan los hombres, así también hacedles vosotros: Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando nada a cambio; y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

1 Pedro 3:8-13

Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que heredaseis bendición. Porque el que quiera amar la vida, y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;Leer más.
apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¿Y quién es aquel que os podrá dañar, si vosotros seguís el bien?

Salmos 34:12-16

¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.Leer más.
Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, para cortar de la tierra la memoria de ellos.

Juan 5:28-29

No os maravilléis de esto; porque viene la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; y los que hicieron mal, a resurrección de condenación.

Romanos 2:5-11

Mas por tu dureza, y tu corazón no arrepentido, atesoras ira para ti mismo, para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: A los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, vida eterna.Leer más.
Pero indignación e ira, a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia. Tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente, y también el griego. Pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente, y también al griego. Porque no hay acepción de personas para con Dios.

1 Timoteo 6:17-19

A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos, que con facilidad comuniquen; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir; que echen mano de la vida eterna.

2 Timoteo 2:20-21

Pero en una casa grande, no sólo hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y asimismo unos para honra, y otros para deshonra. Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil al Señor, y preparado para toda buena obra.

Santiago 2:14-21

Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos; pero no les da lo que necesitan para el cuerpo, ¿de qué aprovechará?Leer más.
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que hay un Dios; bien haces; también los demonios creen y tiemblan. ¿Mas quieres saber, oh hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras, Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?

1 Pedro 3:10-12

Porque el que quiera amar la vida, y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

Filipenses 2:12-13

Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación, con temor y temblor, porque es Dios el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Colosenses 1:10-12

para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo; dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

2 Timoteo 3:16-17

Toda Escritura es dada por inspiración de Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

1 Pedro 2:13-15

Sujetaos a toda ordenación humana por causa del Señor; ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por Él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque ésta es la voluntad de Dios; que haciendo el bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos.

Mateo 12:9-14

Y partiendo de allí, vino a la sinagoga de ellos: Y he aquí había un hombre que tenía seca una mano. Y le preguntaron para poder acusarle, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? Y Él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un pozo en sábado, no le eche mano, y la levante?Leer más.
Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que es lícito hacer el bien en sábado. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. Entonces salieron los fariseos y tomaron consejo contra Él, de cómo le matarían.

Marcos 3:1-6

Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban, si en sábado le sanaría, para poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía seca la mano: Levántate y ponte en medio.Leer más.
Y les dijo: ¿Es lícito hacer bien en sábado, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano le fue restaurada sana como la otra. Y saliendo los fariseos, en seguida tomaron consejo con los herodianos contra Él, de cómo le matarían.

Lucas 6:6-11

Y aconteció también en otro sábado, que Él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha. Y le acechaban los escribas y los fariseos, si sanaría en sábado, para hallar de qué acusarle. Pero Él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía seca la mano: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.Leer más.
Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en sábados hacer bien, o hacer mal? ¿Salvar la vida, o quitarla? Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada, sana como la otra. Y ellos se llenaron de ira; y hablaban entre sí de qué podrían hacer a Jesús.

Lucas 13:10-17

Y enseñaba en una sinagoga en sábado. Y he aquí, había una mujer que tenía un espíritu de enfermedad hacía dieciocho años, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Y cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.Leer más.
Y puso sus manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba a Dios. Pero el príncipe de la sinagoga respondió indignado porque Jesús había sanado en sábado, y dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de sábado. Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y esta hija de Abraham, a la que Satanás había atado dieciocho años, ¿no debía de ser desatada de esta ligadura en día de sábado? Y diciendo Él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios. Y todo el pueblo se regocijaba de todas las cosas gloriosas que eran hechas por Él.

Juan 9:1-41

Y pasando Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciese ciego? Respondió Jesús: No es que haya pecado éste, ni sus padres; sino para que las obras de Dios se manifestasen en él.Leer más.
Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede obrar. Entre tanto que estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que interpretado significa, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: Éste es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy. Y le dijeron: ¿Cómo fueron abiertos tus ojos? Respondió él y dijo: El hombre que se llama Jesús hizo lodo, y me untó los ojos, y me dijo: Ve al estanque de Siloé, y lávate, y fui y me lavé, y recibí la vista. Entonces le dijeron: ¿Dónde está Él? Él dijo: No sé. Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Y era sábado cuando Jesús hizo el lodo y le abrió los ojos. Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. Y él les dijo: Puso lodo sobre mis ojos, y me lavé, y veo. Entonces unos de los fariseos decían: Este hombre no es de Dios, pues no guarda el sábado. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales milagros? Y había disensión entre ellos. Vuelven a decir al ciego: ¿Tú, qué dices del que abrió tus ojos? Él dijo: Que es profeta. Pero los judíos no creían de que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? Respondiendo sus padres, les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros no lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. Esto dijeron sus padres porque tenían miedo de los judíos; porque los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Él era el Cristo, debía ser expulsado de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él. Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador. Mas él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. Y le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? Él les respondió: Ya os lo he dicho antes, y no habéis oído; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? Entonces le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros discípulos de Moisés somos. Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés; pero Éste, no sabemos de dónde sea. Respondió el hombre, y les dijo: Por cierto, cosa maravillosa es ésta, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad, a éste oye. Desde el principio del mundo no fue oído que alguno abriese los ojos de uno que nació ciego. Si este hombre no fuese de Dios, nada podría hacer. Respondieron y le dijeron: Naciste enteramente en pecado, ¿y tú nos enseñas? Y le expulsaron. Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en Él? Y Jesús le dijo: Le has visto, y el que habla contigo, Él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. Y dijo Jesús: Para juicio yo he venido a este mundo, para que los que no ven, vean; y los que ven, sean cegados. Entonces algunos de los fariseos que estaban con Él, al oír esto, dijeron: ¿Acaso nosotros también somos ciegos? Jesús les dijo: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero ahora porque decís: Vemos; vuestro pecado permanece.

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