27 Versículo de la Biblia sobre cosechar lo que uno siembra

No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

Si nosotros sembramos en vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si cosechamos de vosotros lo material?

No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos si no desmayamos.

Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.

Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; arad para vosotros barbecho; porque es tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia.

Y esto te será por señal: Comerás este año lo que nace de suyo, y el año segundo lo que nace de suyo; y el año tercero sembraréis y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis su fruto.

Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni el fruto hará harina; si la hiciere, extraños la tragarán.

Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan.

Entonces vino el que había recibido un talento, y dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;

pues tuve miedo de ti, porque eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.

El que al viento mira, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.

El que sembrare iniquidad, iniquidad segará; y la vara de su ira será consumida.

Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;

Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si ambas cosas son igualmente buenas.

Tú sembrarás, pero no segarás; pisarás aceitunas, pero no te ungirás con el aceite; y mosto, pero no beberás el vino.

Necio, lo que tú siembras no revive, si antes no muere.

Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de ser, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;

El impío hace obra falsa; mas el que siembra justicia, tendrá galardón seguro.

El año de los cincuenta años os será jubileo: no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos:

Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto comeréis del añejo.

Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.

Y el que da semilla al que siembra, también dará pan para comer, y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia;

Considerad los cuervos, que no siembran, ni siegan; que no tienen almacén, ni granero, y Dios los alimenta. ¿Cuánto más sois vosotros de más estima que las aves?