69 Versículos de la Biblia sobre Dios, el señor
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Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros. Y además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, éste es mi memorial por todas las generaciones.
Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ; y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob por el nombre de Dios Omnipotente, pues por mi nombre JEHOVÁ yo no era conocido de ellos.
Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, para que temas este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS; entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y persistentes, y enfermedades malignas y duraderas;
Porque los cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos cercarán, y raerán nuestro nombre de sobre la tierra: entonces ¿qué harás tú a tu grande nombre?
Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo.
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
No tomarás en vano el nombre de Jehová tu Dios; porque Jehová no dará por inocente al que tomare en vano su nombre.
Y no juraréis en mi nombre con mentira, ni profanarás el nombre de tu Dios: Yo Jehová.
Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el nombre de Jehová, y maldijo; entonces le llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.
Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios:
A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová, Él es Dios; no hay otro fuera de Él.
para que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro.
Yo soy Jehová, y ninguno más hay. No hay Dios fuera de mí. Yo te ceñí, aunque tú no me has conocido;
Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro: y mi pueblo nunca más será avergonzado.
Y plantó Abraham un bosque en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová, el Dios eterno.
Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, y tu memoria de generación en generación.
Oh Jehová, eterno es tu nombre; tu memoria, oh Jehová, por todas las generaciones.
Confiad en Jehová perpetuamente; porque en el Señor Jehová está la fortaleza eterna.
Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo: así que no os contaminéis con ningún animal que se arrastra sobre la tierra.
No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Roca como el Dios nuestro.
Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
El Dios de los dioses, Jehová, el Dios de los dioses, Jehová, Él sabe, y lo sabrá Israel. Que si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no nos salves hoy.
Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar.
Jehová reina, se vistió de magnificencia, se vistió Jehová, se ciñó de fortaleza; afirmó también el mundo, para que no sea movido.
Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra; eres muy enaltecido sobre todos los dioses.
Métete en la piedra, escóndete en el polvo, por la presencia temible de Jehová, y por el esplendor de su majestad.
Y Él estará, y apacentará con el poder de Jehová, con la majestad del nombre de Jehová su Dios; y permanecerán; porque ahora Él será engrandecido hasta los fines de la tierra.
Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; Que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo dará por inocente al culpable; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera, y cuarta generación.
Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos; y sus misericordias sobre todas sus obras.
El consejo de Jehová permanece para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Porque yo Jehová, no cambio; por eso vosotros, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Esforzaos y sed valientes; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Sea con nosotros Jehová nuestro Dios, como fue con nuestros padres; y no nos desampare ni nos deje;
Entonces Hageo, mensajero de Jehová, habló el mensaje de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová.
Así dice Jehová que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre:
Así dice Jehová Dios, el Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus frutos; el que da respiración al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan.
Porque así dijo Jehová, que creó los cielos, Él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.
Por tanto dirás a los hijos de Israel: YO JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las cargas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes:
Y sucedió que en aquel mismo día sacó Jehová a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.
Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.
Entonces dijo Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto:
Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar el rostro alto.
Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto: Abre bien tu boca, y la llenaré.
Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto:
Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos: Yo Jehová su Dios.
Porque tú te has confirmado a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehová, fuiste a ellos por Dios.
Tú has constituido a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, Jehová, has venido a ser su Dios.
¿Por qué has de ser como hombre atónito, y como valiente que no puede librar? Mas tú estás entre nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares.
Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en todos los dioses de Egipto. YO JEHOVÁ.
Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque los hijos de Israel de en medio de ellos.
Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual mi pueblo habita, para que ninguna clase de moscas haya en ella; a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra. Y yo pondré división entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.
Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada, lanza y escudo; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza; y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra: y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es la batalla, y Él os entregará en nuestras manos.
Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: Jehová, no es gran cosa para ti ayudar al poderoso así como al que no tiene fuerza. Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre. Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes. Y Asa, y el pueblo que con él estaba, lo siguió hasta Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar en ellos aliento; porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y les tomaron muy grande botín.
Y las naciones que queden en vuestros alrededores, sabrán que yo Jehová reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba asolado. Yo Jehová he hablado, y lo haré.
Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria; por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto; Habrá considerado la oración de los desamparados, y no habrá desechado el ruego de ellos.Leer más.
Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que será creado, alabará a JAH. Porque miró de lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra, para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte; Para que anuncien en Sión el nombre de Jehová, y su alabanza en Jerusalén, cuando los pueblos se congreguen en uno, y los reinos, para servir a Jehová.
Aunque fuiste abandonada y aborrecida, tanto que nadie por ti pasaba, yo haré de ti gloria perpetua, gozo de generación y generación. Y mamarás la leche de los gentiles, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy tu Salvador, y tu Redentor, el Fuerte de Jacob. En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus exactores.Leer más.
Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tus términos; sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza. El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque te será Jehová por luz perpetua, y los días de tu luto se acabarán. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El pequeño vendrá a ser mil, el menor, una nación fuerte. Yo Jehová, a su tiempo lo apresuraré.