19 Versículos de la Biblia sobre Dios juzga a los malvados
Versículos Más Relevantes
Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo.
Reprendiste naciones, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos eternamente y para siempre.
Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares, ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino, a fin de que viva, el impío morirá por su pecado, pero su sangre demandaré de tu mano.
Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos; para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será cortada.
Mas los transgresores serán todos a una destruidos; la postrimería de los impíos será talada.
He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que pregona la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más pasará por ti el malvado; pereció del todo.
Y hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo haré esto, dice Jehová de los ejércitos.
Que brotan los impíos como la hierba, y florecen todos los obradores de iniquidad, para ser destruidos para siempre.
Pero Él dirá: Os digo que no os conozco de dónde seáis; apartaos de mí todos vosotros, obradores de maldad.
El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todo lo que hace tropezar, y a los que hacen iniquidad;
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;
Ésta es la porción de Dios para el hombre impío, y la herencia que Dios le ha señalado.
Ésta es para con Dios la porción del impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.
Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.