42 Versículo de la Biblia sobre Esperanza, resultados de
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pero Cristo, como hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de la esperanza.
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos; y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fortaleza,
Porque ciertamente el mandamiento precedente es abrogado por su debilidad e ineficacia. Porque la ley nada perfeccionó; mas lo hizo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. Y tanto más en cuanto no sin juramento fue hecho Él sacerdote;Leer más.
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero Éste, con juramento por Aquél que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor testamento.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió;
Inclina a mí tu oído, líbrame presto; sé tú mi Roca fuerte, mi fortaleza para salvarme.
pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
Y reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que me esperan.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.
Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Porque los malignos serán talados, mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué has de ser como forastero en la tierra, y como caminante que se aparta para pasar la noche?
Esperanza también hay para tu fin, dice Jehová, y los hijos volverán a su término.
Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza. Dé la mejilla al que le hiere; y sea colmado de afrenta. Porque el Señor no desecha para siempre;
Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.
Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza;
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre preparados para responder con mansedumbre y temor a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
Integridad y rectitud me guarden; porque en ti he esperado.
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado a su nombre, habiendo ministrado a los santos y ministrándoles aún. Y deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma diligencia hasta el fin, para la plena certeza de la esperanza: Que no os hagáis perezosos, sino que sigáis el ejemplo de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es.
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a Él, le oyó.
Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia.
conforme a mi expectación y esperanza, que en nada seré avergonzado; antes con toda confianza, como siempre, así también ahora, Cristo será magnificado en mi cuerpo, o por vida, o por muerte.
Si sólo en esta vida esperamos en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.
Por tanto, mi corazón se alegra, y se goza mi gloria; también mi carne reposará segura. Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Yo sé que mi Redentor vive, y en el día final se levantará sobre la tierra; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; Al cual he de ver por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis entrañas se consuman dentro de mí.
He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia;
Y Dios, que resucitó al Señor, también a nosotros nos resucitará con su poder.
llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal. De manera que la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida.Leer más.
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé; nosotros también creemos, por lo cual también hablamos; sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará por Jesús, y nos presentará con vosotros.
Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones, suplicando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;Leer más.
estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Y cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y Él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; y he aquí que vivo para siempre, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del infierno.
Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua; Y aun mi carne descansará en esperanza; Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
y no sólo ella, sino que también nosotros que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, esto es, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza somos salvos; mas la esperanza que se ve no es esperanza, pues lo que uno ve ¿por qué esperarlo aún? Mas si lo que no vemos esperamos, con paciencia lo esperamos.
Pablo, siervo de Dios, y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió desde antes del principio de los siglos,
para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos;
y esperar del cielo a su Hijo, al cual resucitó de los muertos; a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos; para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en el cielo para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está lista para ser manifestada en el tiempo postrero.
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos;
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Job 17:13-15Si yo espero, el sepulcro es mi casa: Haré mi cama en las tinieblas.