34 Versículos de la Biblia sobre Fruto espiritual,
Versículos Más Relevantes
¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir en vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos a Abraham. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; todo árbol pues que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego.
También guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos robadores. Por sus frutos los conoceréis. ¿Se cogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol podrido lleva malos frutos.Leer más.
No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol podrido llevar frutos buenos. Todo árbol que no lleva buen fruto, se corta y se echa en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol podrido, y su fruto podrido; porque por el fruto es conocido el árbol.
No me elegisteis vosotros a mí , mas yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.
Así también vosotros, hermanos míos, sois muertos a la ley en el cuerpo del Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, para que fructifiquemos a Dios. Porque mientras éramos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando a muerte.
Y aprendan asimismo los nuestros a conducirse en buenas obras para los usos necesarios, para que no sean inútiles.
Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar? Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿qué les aprovechará?Leer más.
Así también la fe, si no tuviere las obras, es muerta en sí misma. Mas alguno dirá: Tú tienes la fe, y yo tengo las obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas oh hombre vano, quieres saber que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro Padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fue completa por las obras? ¿Y que la Escritura fue cumplida, que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios? Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Porque los que son conforme a la carne, las cosas que son de la carne saben; mas los que conforme al Espíritu, las cosas que son del Espíritu. Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz;
Y esto oro: que vuestra caridad abunde aún más y más en ciencia y en toda percepción, para que aprobéis lo mejor; que seáis sinceros y sin ofensa para el día del Cristo; llenos de fruto de justicia, que son por Jesús, el Cristo, a gloria y loor de Dios.
Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
Y la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia.
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la Palabra, y el que lleva el fruto; y produce uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno .
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la Palabra, y la reciben, y hacen fruto, uno a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento.
De cierto, de cierto os digo, que si el grano que cae en la tierra, no muriere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
convencidos que nuestro viejo hombre juntamente fue colgado en el madero con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado.
porque si viviereis conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu mortificáis las obras del cuerpo, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Porque los que son del Cristo, han colgado en el madero a la carne con sus afectos y concupiscencias.
a que dejéis, en cuanto a la pasada manera de vivir; es a saber el viejo hombre que se corrompe conforme a los deseos del error; y a renovaros en el espíritu de vuestro entendimiento, y vestir el nuevo hombre que es creado conforme a Dios en justicia y en santidad de la verdad.
Mortificad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, deleite carnal , mala concupiscencia, y avaricia, la cual es servicio de ídolos; por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelión. En las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo viviendo en ellas.Leer más.
Mas ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, despojándoos del viejo hombre con sus hechos, y revestíos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo creó;
No os engañéis, Dios no puede ser burlado; porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra en el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos faltemos, pues, de hacer bien; que a su tiempo segaremos, si no hubiéremos faltado.
Así también vosotros, pensad que vosotros de cierto sois muertos al pecado; mas que vivís a Dios en el Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado por instrumentos de iniquidad; antes presentaos a Dios como resucitados de los muertos, y vuestros miembros a Dios, por instrumentos de justicia.Leer más.
Para que el pecado no se enseñoree de vosotros; porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Si vivimos por el Espíritu, andemos también en el Espíritu.
porque en otro tiempo erais tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz, (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia, y verdad),
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
Vestíos pues, (como escogidos de Dios, santos y amados) de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia; soportándoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros, si alguno tuviere queja del otro, de la manera que el Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección.Leer más.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, en la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
Huye también de los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón.
Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, mostrad en vuestra fe, virtud; y en la virtud, ciencia; y en la ciencia, templanza; y en la templanza, paciencia; y en la paciencia, temor de Dios; y en el temor de Dios, amor fraternal; y en el amor fraternal, caridad.Leer más.
Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesús, el Cristo.
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obra y de verdad.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid; así vosotros, si no estuviereis en mí. YO SOY la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
Y aquellos, a la verdad, por pocos días nos castigaban como a ellos les parecía; mas éste para lo que nos es provechoso, es a saber , para que recibamos su santificación. Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia a los que en él son ejercitados.
YO SOY la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.