30 Versículos de la Biblia sobre Jardín del Edén, la
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Y había plantado el SEÑOR Dios un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que formó.
Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes que destruyera el SEÑOR a Sodoma, y a Gomorra, como un huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto entrando en Zoar.
También había hecho producir el SEÑOR Dios de la tierra todo árbol deseable a la vista, y bueno para comer, y el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y salía un río de Edén para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro cabezas. El nombre del uno era Pisón; éste es el que cerca toda la tierra de Havila, donde hay oro;Leer más.
y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y piedra cornerina. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que cerca toda la tierra de Etiopía. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va hacia el oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.
Ciertamente consolará el SEÑOR a Sion, consolará todas sus soledades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto del SEÑOR; se hallará en ella alegría y gozo, confesión y voz de cantar.
Yo lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.
los cuales dijeron: Esta tierra asolada fue como huerto del Edén; y estas ciudades desiertas y asoladas y arruinadas, fortalecidas estuvieron.
Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape.
Y oyeron la voz del SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al aire del día; y se escondió el hombre y su mujer de delante del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto.
Y mandó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás. Y dijo el SEÑOR Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda que esté delante de él.
Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardara.
Y dijo el SEÑOR Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda que esté delante de él.
Y el hombre puso nombres a toda bestia y ave de los cielos, y a todo animal del campo; mas para el hombre no halló ayuda que estuviera delante de él. Y el SEÑOR Dios hizo caer sueño sobre el hombre, y se adormeció; entonces tomó de uno de sus costados, y cerró la carne en su lugar; y edificó el SEÑOR Dios lo que tomó del costado del hombre, en mujer, y la trajo al hombre.Leer más.
Y dijo el hombre: Esta vez, hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del Varón fue tomada. Por tanto, el varón dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Y fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron cintas para ceñir.
También había hecho producir el SEÑOR Dios de la tierra todo árbol deseable a la vista, y bueno para comer, y el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y salía un río de Edén para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro cabezas. El nombre del uno era Pisón; éste es el que cerca toda la tierra de Havila, donde hay oro;Leer más.
y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y piedra cornerina. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que cerca toda la tierra de Etiopía. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va hacia el oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardara. Y mandó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era deseable a los ojos, y árbol de codicia para entender; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, y comió con ella.
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios dijo: No comáis de ningún árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni tocaréis en él, para que no muráis.Leer más.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Mas sabe Dios, que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era deseable a los ojos, y árbol de codicia para entender; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, y comió con ella. Y fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron cintas para ceñir.
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y a tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti. Y a Adán dijo: Por cuanto escuchaste la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él. Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo;Leer más.
con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado. Porque polvo eres, y al polvo serás tornado.
y lo sacó el SEÑOR del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.
Y dijo el SEÑOR Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, para que no meta su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre;
y el SEÑOR te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.
Y vendrán, y harán alabanzas en lo alto de Sion, y correrán al bien del SEÑOR, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor.
Y el SEÑOR Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás más que todas las bestias y que todos los animales del campo; sobre tu barriga andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida; y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; aquella simiente te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar.
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Y conozco al tal hombre, (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe),
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: Al que venciere, daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del Paraíso de Dios.
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la plaza de ella, y de un lado y del otro del río, el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol son para la sanidad de los gentiles. Y toda cosa maldita no será más; sino el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.
Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dijo el Señor DIOS: Tú sellas la suma de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, topacio, diamante, turquesa, ónice, y berilo, zafiro, rubí, esmeralda, y oro. Las obras de tus tamboriles y pífanos estuvieron apercibidas en ti el día que fuiste creado.