22 Versículos de la Biblia sobre La adoración de Dios

Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, el SEÑOR de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.

Ahora, pues, Israel, ¿qué pide el SEÑOR tu Dios de ti, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma;

Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.

Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas.

Y amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todo tu poder.

Amarás, pues, al SEÑOR tu Dios, y guardarás su ordenanza, y sus estatutos y sus derechos y sus mandamientos, todos los días.

Solamente que con diligencia os guardéis haciendo lo del mandamiento y la ley, que Moisés siervo del SEÑOR os mandó: que améis al SEÑOR vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y os acerquéis a él, y le sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.

Te amaré, oh SEÑOR, fortaleza mía.

SEÑOR, la habitación de tu Casa he amado, y el lugar del tabernáculo de tu gloria.

Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu Casa; adoraré hacia el santo Templo tuyo con tu temor.

Y dijo: No te acerques; quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

En pos del SEÑOR vuestro Dios andaréis, y a él temeréis, y guardaréis sus mandamientos, y escucharéis su voz, y a él serviréis, y a él os acercaréis.

Y el Príncipe del ejército del SEÑOR respondió a Josué: Quita tus zapatos de tus pies; porque el lugar donde estás es santo. Y Josué lo hizo así.

Atribuid al SEÑOR la gloria de su nombre; traed presente, y venid delante de él; postraos delante del SEÑOR en la hermosura de su santidad.

Dad al SEÑOR la gloria de su nombre; humillaos al SEÑOR en la gloria de la santidad.

Tema al SEÑOR toda la tierra; teman de él todos los habitadores del mundo.

Venid, postrémonos y adoremos; arrodillémonos delante del SEÑOR nuestro hacedor.

Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al estrado de sus pies santo.

De parte mía es puesta ordenanza, que en todo el señorío de mi reino todos teman y tiemblen de la presencia del Dios de Daniel, porque él es el Dios Viviente y permanente por todos los siglos, y su Reino tal que no se deshará, y su señorío hasta el fin:

Y temieron aquellos hombres al SEÑOR con gran temor; y ofrecieron sacrificio al SEÑOR, y prometieron votos.

Mas el SEÑOR está en su santo Templo: calle delante de él toda la tierra.