30 Versículo de la Biblia sobre Dios, la santidad de
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Tú empero eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito, para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, el SEÑOR de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor; y de dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día ni noche, diciendo: Santo, Santo, Santo el Señor Dios Todopoderoso, el que era, y que es, y que ha de venir.
Y en esto crecería aún consolación, si me asare con dolor sin haber misericordia; no que haya contradicho las palabras del que es Santo.
Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío; tu verdad cantaré yo a ti en el arpa, oh Santo de Israel.
Yo soy el SEÑOR, Santo vuestro, Criador de Israel, vuestro Rey.
Limpio eres de ojos para no ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo a ti vengo. Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu Nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.
No hay santo como el SEÑOR; porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Fuerte como el Dios nuestro.
¿Quién como tú, oh SEÑOR, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en loores, hacedor de maravillas?
Oh Dios, en santidad es tu camino: ¿Qué Dios grande como el Dios nuestro?
¿Y a qué, me haréis semejante, para que me comparéis? Dice el Santo.
¿Quién no te temerá, oh Señor, y engrandecerá tu Nombre? Porque tú solo eres Santo; por lo cual todos los gentiles vendrán, y adorarán delante de ti, porque tus juicios son manifestados.
Y no ensuciéis mi santo nombre, y yo me santificaré en medio de los hijos de Israel. Yo soy el SEÑOR que os santifico;
Y decid: Sálvanos, oh Dios, salud nuestra; júntanos, y líbranos de los gentiles, para que confesemos tu santo nombre, y nos gloriemos en tu alabanza.
Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, porque en el Nombre de su santidad hemos confiado.
Alegraos, justos, en el SEÑOR; y alabad la memoria de su santidad.
Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; y santo es su Nombre.
El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.
El SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?
Reinó Dios sobre los gentiles; se sentó Dios sobre el trono de su santidad.
Grande es el SEÑOR y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en el monte de su santidad.
Mas el SEÑOR está en su santo Templo: calle delante de él toda la tierra.
Calle toda carne delante del SEÑOR, porque él se ha despertado de su santa morada.
Pero el SEÑOR de los ejércitos será ensalzado con juicio; y el Dios Santo será santificado con justicia.
Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al estrado de sus pies santo.
Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo el SEÑOR vuestro Dios.
