Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.

De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.

Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo {del Señor,} come y bebe juicio para sí.

Y tomando el pan, después de haber dado gracias, {lo} partió, y les dio, diciendo: ``Esto es Mi cuerpo que por ustedes es dado; hagan esto en memoria de Mí."

Si alguien tiene hambre, coma en su casa, para que no se reúnan para juicio. Los demás asuntos los arreglaré cuando vaya.

Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndo{lo} bendecido, {lo} partió, y dándose{lo} a los discípulos, dijo: ``Tomen, coman; esto es Mi cuerpo."

Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre ustedes, y muchos duermen (han muerto).

Porque al comer, cada uno toma primero su propia cena, y uno pasa hambre y otro se embriaga.

Porque todas las veces que coman este pan y beban {esta} copa, proclaman la muerte del Señor hasta que El venga.

La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo?

Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; porque todos participamos de aquel mismo pan.

porque les digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el reino de Dios."

y después de dar gracias, {lo} partió y dijo: ``Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí."

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

Y después de cantar un himno, salieron hacia el Monte de los Olivos.

Entonces les fueron abiertos los ojos y Lo reconocieron; pero El desapareció de {la presencia de} ellos.

Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se {la} dio, diciendo: ``Beban todos de ella;

Todo este tiempo ustedes han estado pensando que nos defendíamos ante ustedes. {En realidad,} es delante de Dios que hemos estado hablando en Cristo; y todo esto, amados, es para su edificación.

Entonces Jesús les dijo: ``En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes.

Pues no somos como muchos, que comercian (corrompen) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, hablamos en Cristo delante de Dios.

Nosotros que juntos teníamos dulce comunión, {Que} con la multitud andábamos en la casa de Dios.

Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.

De la misma manera {tomó} también la copa después de haber cenado, diciendo: ``Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre; hagan esto cuantas veces {la} beban en memoria de Mí."

Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros.

Ustedes no pueden beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.

Jesús les dijo: ``Yo soy el pan de la vida; el que viene a Mí no tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed.

¿Qué? ¿No tienen casas para comer y beber? ¿O desprecian la iglesia de Dios y avergüenzan a los que nada tienen? ¿Qué les diré? ¿Los alabaré? En esto no los alabaré.

Lo que hemos visto y oído les proclamamos también a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. En verdad nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo.

y les dijo: ``Intensamente he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de padecer;

Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad.

¿Se atreve alguno de ustedes, cuando tiene algo contra su prójimo, a ir a juicio ante los incrédulos y no ante los santos?

"El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final.

"Les digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con ustedes en el reino de Mi Padre."

~`No dejarán nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemarán en el fuego.

Estaba yo en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como {sonido} de trompeta,