54 Versículos de la Biblia sobre la culpa

Y si nuestro corazón nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.

El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos por igual son abominación al SEÑOR.

Y será que cuando es culpable en alguna de estas cosas, confesará que cometió pecado;

Conoce, empero, tu iniquidad, porque contra el SEÑOR tu Dios te has rebelado, y tus caminos has derramado a los extraños debajo de todo árbol umbroso, y no oíste mi voz, dice el SEÑOR.

Aunque te laves con salitre, y amontones jabón sobre ti, tu iniquidad está sellada delante de mí, dijo el Señor DIOS.

Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.

Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpable de todos.

El hombre que hace violencia con sangre de persona, huirá hasta el sepulcro, y nadie le sustentará.

Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su sangre.

Yo soy limpio y sin rebelión; y soy inocente, y no hay iniquidad en mí.

Y los limpiaré de toda su iniquidad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron.

Y cuando alguna persona cometiere pecado, por haber sido llamado a testificar bajo juramento, y él fuere testigo que vio, o supo, si no lo denunciare, él llevará su iniquidad.

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones al SEÑOR; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. (Selah.)

Dios, tú sabes mi locura; y mis delitos no te son ocultos.

Andaré, y tornaré a mi lugar, hasta que reconozcan su culpa, y busquen mi rostro. En su angustia madrugarán a mí.

Les dijo Jesús: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado; mas ahora porque decís: Vemos, por tanto vuestro pecado permanece.

Si encubrí, como Adán mis prevaricaciones, escondiendo en mi seno mi iniquidad;

El pecado pues está todavía en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.

Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.

No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; ingenuamente reprenderás a tu prójimo, para que no lleves pecado por él.

Y se levantó Esdras el sacerdote, y les dijo: Vosotros habéis prevaricado, por cuanto tomasteis mujeres extrañas, añadiendo así sobre la culpa de Israel.

Así que ahora, ninguna condenación hay para los que están en Cristo, Jesús, que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

si el sacerdote ungido pecare, según la culpabilidad del pueblo, ofrecerá por su pecado que habrá cometido, un novillo sin tacha por su pecado.

Y llevarán su iniquidad, como la iniquidad del que pregunta, así será la iniquidad del profeta;

No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aíre a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?

Desbaratados, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se rebelaron contra ti.

los que dan por justo al impío por sobornos, y al justo quitan su justicia!

El SEÑOR es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. El SEÑOR cuyo camino es en tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies.

entonces será que cuando ha pecado y es culpable, restituirá aquello que robó, o por el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,

Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, el SEÑOR de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.

Samaria será condenada, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán abiertas.

Y Pilato dijo a los príncipes de los sacerdotes, y a la multitud: Ninguna culpa hallo en este hombre.

¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!

Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron hallados culpables. Por esta causa fueron consumidos los moradores de la tierra, y los hombres se apocaron.

No valdrá un testigo contra ninguno en cualquier iniquidad, o en cualquier pecado, en cualquier pecado que cometiere. En el dicho de dos o tres testigos consistirá el negocio.

Asimismo la persona que hubiere tocado cualquier cosa inmunda, sea cuerpo muerto de bestia inmunda, o cuerpo muerto de animal inmundo, o cuerpo muerto de serpiente inmunda, bien que no lo supiere, será inmunda y será culpable.

Cuando edificares casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no pongas sangre en tu casa, si de él cayere alguno.

Reconocemos, oh SEÑOR, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres, porque contra ti hemos pecado.

Y no cubras su iniquidad, ni su pecado sea raído delante de tu rostro; porque se airaron contra los que edificaban.

Respondió Jesús: Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuera dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.

En aquellos días y en aquel tiempo, dijo el SEÑOR, la iniquidad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.

teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversación en el Cristo.

Aparejad sus hijos para el matadero por la iniquidad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra, ni llenen la faz del mundo de ciudades.

Pero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios;

SEÑOR Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad;

a las cuales mataban sus compradores, y no se tenían por culpables; y el que las vendía, decía: Bendito sea el SEÑOR, porque he enriquecido; ni sus pastores tenían piedad de ellas.

¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

Y cuando él viniere redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio.

De otra manera cesarían de ofrecerse, porque los que sacrificaran, limpios de una vez, no tendrían más conciencia de pecado.