50 Versículo de la Biblia sobre la fe y la fortaleza
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y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza;
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, {pero} Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.
para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Así que la fe {viene} del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.
teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo;
También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel al que lo había prometido.
Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior;
El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable.
apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada; siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.
Así que, nosotros los que somos fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos.
Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú, aun respecto a cosas futuras.
Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.
El rey no se salva por gran ejército; ni es librado el valiente por la mucha fuerza.
El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.
No sea que digas en tu corazón: ``Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza."
El Dios tuyo ha mandado tu fuerza; muestra tu poder, oh Dios, tú que has obrado por nosotros.
Y por la fe en su nombre, {es} el nombre de Jesús lo que ha fortalecido a este {hombre} a quien veis y conocéis; y la fe que {viene} por medio de El, le ha dado esta perfecta sanidad en presencia de todos vosotros.
Tú eres el Dios que hace maravillas, has hecho conocer tu poder entre los pueblos.
Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y {de la que} hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos.
y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de su poder,
He aquí, Dios es mi salvador, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación.
He aquí el hombre que no quiso hacer de Dios su refugio, sino que confió en la abundancia de sus riquezas {y} se hizo fuerte en sus {malos} deseos.
porque tú eres mi esperanza; oh Señor DIOS, {tú eres} mi confianza desde mi juventud.
Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de El {viene} mi esperanza.
Todavía estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió; como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.
Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y diariamente crecían en número.
En Dios {descansan} mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios.
Y el SEÑOR lo miró, y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te he enviado yo?
Con él está {sólo} un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
En el día que invoqué, me respondiste; me hiciste valiente con fortaleza en mi alma.
Si he puesto {en} el oro mi confianza, y he dicho al oro fino: {Tú eres} mi seguridad;
Si eres débil en día de angustia, tu fuerza es limitada.
Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.
y me dijo: No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo; sé fuerte y esfuérzate. Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
Fuerza y dignidad son su vestidura, y sonríe al futuro.
Sólo El es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido.
El será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR es tu tesoro.
No confiéis en príncipes, {ni} en hijo de hombre en quien no hay salvación.
Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;
Yo los fortaleceré en el SEÑOR, y en su nombre andarán --declara el SEÑOR.
Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes.
{A causa de} su fuerza esperaré en ti, porque Dios es mi baluarte.
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