24 Versículos de la Biblia sobre La fraternidad

Cántico gradual: de David. ­MIRAD cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos igualmente en uno!

Quebré luego el otro mi cayado Ataduras, para romper la hermandad entre Judá é Israel.

¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha criado un mismo Dios? ¿Por qué menospreciaremos cada uno á su hermano, quebrantando el pacto de nuestros padres?

Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.

Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis.

Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido á mi Padre: mas ve á mis hermanos, y diles: Subo á mi Padre y á vuestro Padre, á mi Dios y á vuestro Dios.

Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal; previniéndoos con honra los unos á los otros;

Paz sea á los hermanos y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.

A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz á vosotros de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.

Saludad á los hermanos que están en Laodicea, y á Nimfas, y á la iglesia que está en su casa.

Mas acerca de la caridad fraterna no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos á los otros; Y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundéis más;

Saludad á todos los hermanos en ósculo santo.

NO reprendas al anciano, sino exhórtale como á padre: á los más jóvenes, como á hermanos;

Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, y Lino, y Claudia, y todos los hermanos.

Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos: por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,

PERMANEZCA el amor fraternal.

Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro:

Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey.

Y finalmente, sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;

Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo.

Y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad.

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte á vida, en que amamos á los hermanos. El que no ama á su hermano, está en muerte.

Y yo me eché á sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora á Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

Y él me dijo: Mira que no lo hagas: porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora á Dios.