50 Versículo de la Biblia sobre la muerte de un familiar

Y seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.

diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su esposa, y levantará descendencia a su hermano.

Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, y no la hallarán; y desearán morir, pero la muerte huirá de ellos.

que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que a tesoros enterrados;

Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez; pero en cuanto vive, para Dios vive.

Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él.

Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la esposa del muerto no se casará fuera con hombre extraño: su cuñado entrará a ella, y la tomará por su esposa, y hará con ella parentesco.

Porque el que ha muerto, libre es del pecado.

porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria.

Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.

¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su vida del poder del sepulcro? (Selah)

Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; y el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su esposa a su hermano;

antes has de matarlo; tu mano será primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.

En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Pon tu casa en orden, porque morirás, y no vivirás.

Así murió Saúl, y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.

Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él;

Mortecino ni despedazado por fiera no comerá, contaminándose en ello: Yo Jehová.

Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y se le quebró la cerviz, y murió; pues era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años.

El pariente del muerto, él matará al homicida: cuando lo encontrare, él le matará.

Y el que hiriere a su padre o a su madre, morirá.

Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

ni partirán pan de luto por ellos, para consolarles de sus muertos; ni les darán a beber vaso de consolaciones por su padre o por su madre.

El que tocare el cadáver de cualquier persona, siete días será inmundo:

Camino al infierno es su casa, que desciende a las cámaras de la muerte.

porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, para que no vengan ellos también a este lugar de tormento.

Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre: Él nos guiará, aun hasta la muerte.

Si alguno ve a su hermano cometer pecado no de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; digo a los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.

Y los enemigos del hombre serán los de su propia casa.

y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos.

Asimismo el hombre que hiera de muerte a cualquier persona, que sufra la muerte.

el cual nos libró, y nos libra; y en quien confiamos que aún nos librará de tan grande muerte;

Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.

Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección;

no sea que el pariente del muerto vaya tras el homicida, cuando se enardeciere su corazón, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte; por cuanto no tenía enemistad con su prójimo previamente.

Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

El primogénito de la muerte devorará la fuerza de su piel, y devorará sus miembros.

Y Jehová dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un muerto entre su pueblo.

y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, y a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.

Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón.

Y lo sirvieron para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, dieron voces, diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en la olla! Y no lo pudieron comer.

Ni entrará donde haya alguna persona muerta, ni por su padre, o por su madre se contaminará.

Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.

Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, o se hallare en sus manos, morirá.

Pero Jesús le dijo: Sígueme; y deja que los muertos entierren a sus muertos.

Y os serán aquellas ciudades por refugio del pariente, y no morirá el homicida hasta que esté a juicio delante de la congregación.

Y muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en un sueño a José en Egipto,

Y aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, ministro de Moisés, diciendo:

Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue reunido a su pueblo, viejo y lleno de días; y sus hijos Esaú y Jacob lo sepultaron.